Los dos mandamientos de amor y fidelidad a Dios y amor y lealtad al hombre ya eran conocidos en el Antiguo testamento. Forman parte de los 613 mandamientos del judaísmo. Lo que estaba en discusión era cuál era el “primero” o el “mayor”. Unos decían que el rechazo de la idolatría, otros que la observancia del sábado, otros que la prohibición de derramar sangre…La pregunta del escriba parece bien intencionada: “¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?”.
Jesús recoge dos textos de la Torah: “Escucha Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas” (Dt 6, 4-5). Y este otro: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Lv 19, 18). Y los une: “No hay ningún mandamiento mayor que éstos”. La respuesta de Jesús se caracteriza por la seguridad y firmeza con que une estos dos mandamientos. Sólo el amor hace posible el amor al prójimo y sólo en el amor al prójimo puede manifestarse el amor a Dios. Este mandamiento del amor es el mayor, porque sólo él da sentido y orientación a todos los demás. Cualquier observancia religiosa y cualquier acto de culto carecen de significado y de valor, si no son cumplidos a la luz y en la perspectiva del amor. Por eso el escriba afirma: “Muy bien, Maestro. Tienes razón cuando dices que el Señor es único y que no hay otro fuera de él, y que amarlo con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios”.
Amor a Dios, amor al prójimo es la síntesis que Jesús vivió. Amor a Dios, amor al prójimo es lo que Jesús nos invita a vivir.
LA COMUNION DE LOS SANTOS
Mañana lunes y el martes la Iglesia estará celebrando grandes fiestas, la Solemnidad de Todos los Santos y la Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos. Estas fiestas nos ayudan a reflexionar en lo que es la Iglesia. Nosotros los que caminamos en este mundo formamos la Iglesia Peregrina que se encamina a la casa del Padre para recibir de Él el premio de nuestras acciones. Los Santos, nuestros Hermanos Mayores, los que en este mundo llevaron una vida conforme al Evangelio forman la Iglesia Triunfante. Ellos son nuestros ejemplos a seguir y nuestros intercesores. Muchos de ellos están canonizados como Santa Teresita y San Rafael Guízar pero la gran mayoría de ellos no. Sus nombres están inscritos en el libro de la vida eterna. Los que han muerto pero que por sus pecados están en el Purgatorio forman la Iglesia Purgante. Pues bien, la Iglesia peregrinante, todos nosotros, mañana celebraremos a la Iglesia Triunfante, a los Santos y nos encomendamos a ellos para practicar todas las virtudes y para que nos ayuden en su intercesión. El martes pediremos (aunque lo hacemos en cada Misa) por todos los difuntos, por la Iglesia Purgante, para que Dios en su misericordia les perdone todas sus penas y les conceda el premio de la vida eterna.
De esta manera se establece la “Comunión de los Santos”, en la estrecha relación de todos los miembros de la Iglesia.
Que Dios nos conceda a todos los integrantes de la Iglesia Peregrinante la gracia de formar parte un día de la Iglesia Triunfante, la de los Santos, la que contempla el rostro de Dios y que conceda a todos los de la Iglesia Purgante participar de la alegría de los que cantan las alabanzas eternas.
DIA DE LA DIVINA PROVIDENCIA
Mañana lunes, después de la Celebración, el Santísimo Sacramento estará expuesto hasta las 22:00 hrs. y así encomendarnos a la Divina Providencia.
SAN MARTIN DE PORRES
El próximo 3 de noviembre celebraremos la fiesta de San Martín de Porres, el santo “de la escoba” que simboliza su humildad. Fue el primer santo mulato de América. Perteneció a la orden de los Dominicos. Fue bautizado en la Iglesia de San Sebastián de Lima el 9 de diciembre de 1579. Fue herborista, barbero y auxiliar práctico. En 1606, al convertirse en fraile, profesó sus votos de pobreza, castidad y obediencia. Se ofreció a ser vendido como esclavo al enterarse de que su convento atravesaba por una crisis financiera, pero sus superiores no lo permitieron. Enseñaba la doctrina cristiana a negros e indios en las calles y haciendas cercanas en donde ejercía su vocación pastoral. San Martín de Porres y el virrey Luis Jerónimo Fernández de Cabrera, fundaron el Asilo y Escuela de Santa cruz para ayudar a huérfanos, pobres y vagabundos. Era vegetariano y dormía solo dos o tres horas al día. Hablaba con los animales y tenía un especial don con la naturaleza. Cuando algún enfermo se sentía grave solía escucharse la frase: “Que venga el santo hermano Martín”. Murió el 3 de noviembre y sus restos reposan en el Altar de los Santos Peruanos, en la Basílica y Convento de Santo Domingo en Lima. Cuando realizaba algún milagro de sanación decía: “Yo te curo, Dios te sana”. Fue canonizado por el Papa Juan XXIII el 6 de mayo de 1962, nombrándolo “Santo Patrono de la Justicia Social”.
EL DIEZMO DIOCESANO
Tenemos a su disposición los boletos del diezmo diocesano. El diezmo es la aportación personal que el fiel debe dar a la Iglesia para el sostenimiento de sus obras. Nuevamente la colecta se hará en forma de un sorteo con varios e interesantes premios. El donativo es de $80.00 (ochenta pesos). Con coordinadores de grupos, encargados de capillas, sacristía y oficina pueden adquirir sus boletos.