EL PAN QUE NOS ENVIA DIOS

I Re 19,4-8; Jn 6, 41-51

La primera lectura de este domingo nos habla del Profeta Elías, el “profeta de fuego”. Elías pasaba por un momento bastante difícil en su vida: experimentó el desánimo, el no querer seguir adelante y hasta le dijo a Yahvé: “Mejor quítame la vida que no soy mejor que mis padres”. Nos dice el autor sagrado que Elías se acostó debajo de una árbol de retama para esperar la muerte y es en este contexto cuando le despertó un ángel y le mandó: “Levántate, come”. Se lo tuvo que repetir, porque su crisis era demasiado fuerte. Y cambió la situación: “Con la fuerza de aquel alimento caminó cuarenta días y cuarenta noches”. Al final, se encontró con Dios en el mismo monte donde Moisés selló la alianza entre Yahvé y el pueblo. En aquel encuentro, Elías fue consolado por Yahvé y recibió la orden de volver a la ciudad y continuar sin desanimarse su vocación de profeta.

Nosotros, en el evangelio de hoy, hemos escuchado la invitación a aceptar otro pan, el que Dios nos envía: Cristo Jesús, su Hijo, que además de ser nuestro Maestro quiere ser también nuestro alimento para el camino. “Yo soy el pan bajado del cielo… el que crea en mí vivirá”.

No un ángel, pero sí el evangelio proclamado hoy, nos ha dicho a nosotros: “Levántate, toma y come”. Si andamos desorientados por algún desierto particular, buscando sentido a la vida, si nos sentimos sacudidos por el ventarrón de la vida, si la depresión golpea nuestra persona, si buscamos un maestro que dé respuesta a tantas dudas, si estamos desanimados y tristes: ahí tenemos la respuesta de Dios. Cristo Jesús es nuestro Maestro. Escucharle, creer en él, aceptarle como nuestro Guía y Pastor, es el camino para la verdadera sabiduría. El nos dice: “Yo soy el pan de vida…el que me coma vivirá para siempre”. En Jesús tenemos ese pan que nos da fuerza para no desfallecer. Dejémonos alimentar por él.

Dios todopoderoso y eterno, a quien, enseñados por el Espíritu Santo, invocamos con el nombre de Padre, intensifica en nuestros corazones el espíritu  de hijos adoptivos tuyos, para que merzcamos entrar en posesión de la herencia que nos tienes prometida. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

SANTO SEPULCRO

En este domingo la imagen del Santo Sepulcro está visitando a la familia Torres con domicilio en Juan de Luz Enriquez no. 2 de esta colonia Vicente Guerrero. Todos están invitados.

JORNADA SACERDOTAL

El próximo martes 13 los sacerdotes de nuestra Arquidiócesis tendremos nuestra Jornada de oración, estudio y convivencia. Estaremos reunidos en la Casa de la Iglesia de Xalapa. Les pedimos que nos apoyen con su oración.

FIESTA DE LA ASUNCION

El jueves 15 celebraremos la Solemnidad de La Asunción de la Santísima Virgen María. Conmemoraremos aquel momento en que nuestra Señora, al término de su vida en este mundo, fue asunta en cuerpo y alma a los cielos. Es la fiesta patronal de la capilla de la Colonia Libertad y además tenemos en Fátima y demás capillas las correspondientes mayordomías. En el face parroquial están algunos carteles pegados. Sintámonos muy contentos al festejar el triunfo de María nuestra madre, y pidamos su intercesión para ser capaces de creer como ella creyó, de amar como ella amó, de vivir como ella vivió. Contamos con su estima y con su ayuda. Ojalá que por nuestro servicio a los hermanos un día alcancemos a nuestra Madre del Cielo.

ENCUENTRO DE LAS FAMILIAS

El 17 de agosto tendremos a nivel decanal el “Encuentro de Familias”. Será un día de reflexión y de convivencia. Iniciaremos a las 9:00 hrs., en San Rafael Guízar (por la Fortaleza) y de ahí nos iremos en procesión hacia las Canchas Revolución donde se tendrán varias actividades.

CURSO DE VERANO PARA ACOLITOS

En esta semana, del 13 al 16 de agosto tendremos el curso de verano para acólitos o monaguillos en la Capilla de El Sabinal en un horario de 10:00 hrs., a 14:00 hrs. Los que deseen integrarse a este grupo deben participar del curso.

MISA DE SANACION Y UNCION DE ENFERMOS

Con ocasión del “Día de los Abuelos” el sábado 24 de agosto celebraremos a las 11:00 hrs., la Misa de Sanación y Unción de Enfermos. Se avisa con tiempo para que todos los que vayan a ser ungidos se confiesen con anterioridad.