A propósito de quién es Jesús, se plantea en este evangelio el contraste entre dos tipos de familia: la natural o consanguínea, como punto de partida, y la nueva o cristiana, como meta de llegada.
La familia natural no es invalidada en este evangelio, pero sí la considera insuficiente, ya que se basa en el parentesco de la sangre. Es célula básica de la sociedad, y en ella se dan lazos de amor y se engendra la vida. En esta familia se debe aprender a amar a Dios y al hermano a ejemplo de Jesús. Ese es el ideal. Desgraciadamente en ocasiones no es así.
La familia nueva se basa en los lazos de fe (no es racista), está abierta a la humanidad y cumple con la voluntad de Dios (no es egoístamente interesada). En definitiva, la nueva familia es la comunidad cristiana, en la que el Padre es el Padre de Jesús, Cristo es el hermano mayor, y hermanos son los que construyen el reino, ámbito de la nueva casa. No todos los que están dentro de la “familia consanguínea” son de Jesús; son discípulos de Jesús los de la “nueva familia”, los que cumplen la voluntad de Dios, los que forman la comunidad cristiana. Ante el valor del reino, la familia consanguínea es relativizada. Es hermoso escuchar en algunos grupos eclesiales que sin ser hermanos consanguíneos se llamen entre ellos hermanos y se quieren y apoyan unos a otros y se toleran y se perdonan.
¿Es nuestra familia natural verdaderamente cristiana?
¿En nuestra comunidad cristiana existen lazos familiares de amor y respeto?
Señor Dios, de quien todo bien procede, escucha nuestras súplicas y concédenos que, comprendiendo, por inspiración tuya, lo que es recto, eso mismo, bajo tu guía, lo hagamos realidad. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
EL SANTO SEPULCRO
En este domingo la imagen del Santo Sepulcro está visitando a la familia Monfil Chávez con domicilio en la comunidad de Los Pescados. Todos son bienvenidos.
SAN ANTONIO DE PADUA
Los padres de San Antonio eran muy ricos y querían ver a su hijo como distinguido hombre de sociedad. Él, en cambio, quería ser pobre por amor de Cristo y por eso se hizo franciscano. Antonio era un gran predicador. Lo mandaron como misionero por numerosas ciudades por Italia y Francia. Convirtió a muchos pecadores sobre todo con su buen ejemplo. Cuentan que mientras oraba en su habitación se le apareció el Niño Jesús, le puso las manitas al cuello y lo besó. Antonio recibió esta gracia extraordinaria por que mantuvo su alma limpia incluso del mas mínimo pecado y amaba mucho a Jesús.
Cuando Antonio enfermó se retiró a un monasterio en las afueras de Padua, donde murió a la edad de 36 años, el 13 de Junio de 1231.
Treinta y dos años después sus restos fueron trasladados a Padua. La lengua se conservaba íntegra, sin haberse corrompido mientras que el cuerpo estaba aniquilado.
Sucedieron muchos milagros después de su muerte. Aun hoy día le llaman el Santo “de los milagros”. Su fiesta se celebra el 13 de junio.
Felicitamos a los hermanos de la Parroquia de Tenextepec con ocasión de su fiesta patronal.
NUESTRAS MONAGUILLAS
Ayer sábado 8 de junio nuestras monaguillas tuvieron su encuentro diocesano en las instalaciones del Seminario Mayor de Xalapa. Mucho les agradecemos el servicio que prestan a la comunidad y también agradecemos a sus papás el apoyo que les brindan.
REUNION CON CATEQUISTAS Y CONSEJO PARROQUIAL
El miércoles próximo se tendrá reunión con el grupo de catequistas y ese mismo día a las 19:00 hrs. con el Consejo Parroquial. A todos se les pide su asistencia y puntualidad.