PAN QUE SE COMPARTE

Jesús está en el monte con sus discípulos. La gente, necesitada y hambrienta, lo busca y lo sigue, pues sabe que él ha realizado signos y ha curado a muchos enfermos. Jesús, al ver esa multitud, se com­padece y pregunta a Felipe: “¿Cómo compraremos pan para que coman éstos?”. Felipe, tal vez con un exceso de sentido común, hace ver que no tienen dinero para comprar pan: “Ni doscientos denarios de pan bastarían para que a cada uno le tocara un pedazo de pan”. Andrés, quizá tímidamente, interviene: “Aquí hay un muchacho que trae cinco panes de cebada y dos pescados. Pero, ¿qué es eso para tanta gente?”. Jesús no hace ningún comentario sobre la poca cantidad, se dirige a sus discípulos y les da este mandato: “Díganle a la gente que se siente”. Hacer que se sienten para comer es tratar a estos hombres y mujeres como seres libres y con dignidad, no como siervos, obligados a tomar sus alimentos de pie y con premura para estar a disposición de su amo. Jesús toma el poco alimento que tenían, da gracias y lo reparte. Los panes y los pescados alcanzan para todos; el amor que anima el gesto no tiene límites. Es aquí donde se da el milagro del compartir; un milagro que consiste en poner en las manos de Jesús lo poco que se tiene, para que él lo parta y comparta a favor del pueblo. Jesús forma un pueblo de una muchedumbre dispersa. Jesús no quiere partir de la nada para construir el Reino; quiere partir de nosotros, de lo poco o mucho que tenemos. Aunque le digamos: “Es que es muy poco lo que tengo…” “es que yo no sé…” “es que me da pena.” Jesús nos dice una y otra vez: ‘Dame lo que eres y lo que tienes, por poco que sea, porque eso me sirve para la salvación de todo un pueblo’. ‘Dame lo poco que tienes y yo lo multiplicaré’.

Dejémonos alimentar por Jesús y hagamos el posible el milagro de la multiplicación poniendo en las manos de Jesús lo que él mismo nos ha dado. Si cada quien aporta o da y si todo esto se junta entonces se puede ayudar a que coman, o vistan, o se curen tantos necesitados.

NUEVO PARROCO PARA EL SAGRADO CORAZON

Dios mediante mañana lunes 26 la parroquia de El Sagrado Corazón de Jesús tendrá un nuevo párroco, el P. Marcos Ramírez Rodríguez a quien damos la mas cordial bienvenida a esta su tierra natal.

LA PINTURA DE NUESTRA PARROQUIA

Los trabajos de pintura interna de nuestro templo parroquial van muy adelantados. Dios mediante en la semana se comenzará a pintar el exterior. Hace falta pintura y mano de obra. Si alguien nos puede apoyar su aportación será bien recibida y agradecida.

SAN IGNACIO DE LOYOLA

Dios mediante el sábado 31 celebraremos la fiesta de San Ignacio de Loyola, el fundador de la Compañía de Jesús. En la Santa Misa de 18:00 hrs. nos encomendaremos a San Ignacio y bendeciremos el agua y la cédula que llevan su nombre.

LEY PRO ABORTO: LEY DE MUERTE

Por medio de la redacción de este boletín  nos unimos plenamente a nuestros Obispos y organismos eclesiales que se han manifestado en contra de la ley aprobada por nuestro Congreso Local el pasado 20 de julio donde se permite el aborto (matar) hasta los tres meses (12 semanas) de gestación. “El aborto legalizado simplemente destruye una vida y afecta sensiblemente a la madre”. Esta disposición legal moralmente es mala. San Juan Pablo II en su magisterio nos enseña: “Un pueblo que mata a sus hijos es un pueblo si futuro”. Ante esta ley de muerte, nuestros Obispos nos dicen: “Estamos seguros que las familias, los maestros, los medicos y todos los que sirven dignamente a la vida mostrarán su desprecio y su rechazo a esta ley…y harán valer el derecho humano a la objeción de conciencia, para que nunca se presten ni sean obligados a realizar actos que van en contra de convicciones y su propia conciencia”. Cuidemos y defendamos la vida, desde su origen hasta su término natural.

SACERDOTES ENFERMOS

En nuestra Arquidiócesis tenemos actualmente a dos sacerdotes enfermos de covid (Irineo Andrade Luna y Ricardo Landa Rodríguez). También tenemos al seminarista Pedro Ramírez. Varios sacerdotes se están recuperando lenta pero favorablemente. Oremos por todos los enfermos de covid, por sus médicos y quienes les cuidan. No debemos bajar la guardia en la observación de las medidas sanitarias y por favor: vacúnese.